Buscando la verdad.

Buscando una vedad muy importante

para saciar mi evanescencia ideológica,

encuentro humo

en esta turbia soledad tan concurrida,

tan metódica.

Dando palos de ciego, apenas ando

escasos tramos sin tropiezo.

Los árboles nublan la recta del camino.

¡Demasiada oscuridad en la espesura

de un bosque cegado por los árboles!

Me rodea una rueda de silencios

sonoros de vacío,

entre una turbamulta de máscaras silentes

y entre un clamor de ruidos anodinos.

Tal vez no sea útil

emplear más tiempo en las pesquisas;

tal vez la verdad sea sólo eso.

Se me escapa la tarde entre retóricas.

Busco un candil, como Diógenes,

para explorar, en ti, en mí,

entre cardos, entre musgos, entre rosas,

la importancia infinita del mínimo detalle

de las pequeñas cosas.

Hasta encontrarlas y dejarlas solas

para que vayan

desnudas por la calle.