martes, 23 de septiembre de 2008

Suspenso.

Cuando un verso perverso me sigue y me acorrala
en la estrecha jaula en que se aloja
mi pobre visión de lo poético;
mi triste inspiración alicaída:
¿Cómo pasar la hoja; cómo parar el péndulo?
¿Cómo volverme crédulo?
Cómo salir del laberinto
que, con furor urgente, me impele
a que siga, o lo deje, a cualquier precio.

Es la voz de lo indeciso que no sabe, finalmente,
si ser poeta, ser verso, o ser poema.

Hoy me llamas;tu voz me corre por las venas
y me quema
ese dulce dolor de ser quimera.
Aunque, llamaste a mi puerta ¡tantas veces!
vana ilusión de la emoción sincera,
de la palabra nueva,
que me das miedo, esquiva lisonjera,
poesía furtiva que llegas y me quemas
y luego me abandonas,
estéril del fruto y de mi mismo,
secos los labios y la esperanza ciega.

¡Tanto tiempo de atronador silencio!
Y ahora apenas me susurras,
me musitas al oído lo que decir quisiera!
Hoy tengo miedo;
miedo a que otra vez se quede
la palabra suspensa y le emoción en celo.

¡Efímera visión de lo invisible!
¡Demasiado sudor para un placer
tan ínfimo, tan poco duradero!

3 comentarios:

Miguel Baquero dijo...

Una vez más, enhorabuena, maestro. Todos los días me asomo por aquí a ver si hay algo nuevo, para encontrarme con versos como el de "vana ilusión de la emoción sincera". Un respiro de poesía en medio del trajín diario. Saludos

José Manuel Vivas dijo...

Hola Octavio, soy José Manuel, y hacía mucho tiempo que no pasaba por aquí. Veo que sigues sin perder un ápice de tu calidad literaría, ¡¡fenomenal!!. Yo y mis ocupaciones no me permiten muchas licencias, así que espero un día en que cómo tú, pueda disfrutar de mi tiempo sólo para escribir y engrandecer mi torpe sabiduria.

Un abrazo muy fuerte.

Davinia dijo...

Llevo buen rato perdida entre estos parajes, y solo se me ocurre decirte que no sólo me parecen bellos, sino que reflejas en ellos muchos y muy nobles sentimientos...

¡¡¡Excelentes ¡¡¡

Espero poder seguir leyéndote, poeta.

Un abrazo.