martes, 25 de septiembre de 2012

A los iluminados proselitistas


A los iluminados proselitistas

Llamaron a mi puerta tercamente
a una hora cualquiera de un día de diario:
eran unos hombres pulcramente sabios
que venían a explicarme los misterios
de su  incógnito señor de los secretos.
Ese dios que según me dicen ellos
se encuentra ubicado en todas partes
pero sumido en el mayor de los silencios,
al que hay que amar y temer , al mismo tiempo.

Más tarde me llamaron nuevamente
otros hombres cargados de soberbia
a explicarme cómo arreglar el mundo
siguiendo a pies juntillas sus doctrinas,
sus sentencias políticas,
sus raras argucias estratégicas,
sus mitos, sus miserias.


Traté de ser amable y, comedido, dije:
que si hablar con dios es necesario
hablaré con él un día, a solas y en directo.

Que arreglar el mundo me interesa,
pero arreglarlo de una vez y de tal modo
que no admita trampa o componenda.
Que no estoy de acuerdo con sus tretas.
Que ya me engaño yo sin que intermedien
absurdos charlatanes mercenarios,
fementidos y avaros pájaros de cuenta.

1 comentario:

Looli dijo...

Querido Octavio,le encontré tras Poesia en el Páramo.
Quiero felicitarle por todos los bellos momentos que me hace sentir visitando su estupendo blog.
Fué pediatra y buscando un después decidió dar rienda suelta a sus sentimientos direccionándolos en pró de la poesia. Me alegra la decisión que tuvo en aquel momento porque sino, no hubiera yo conocido a un excelente poeta, a un mito.

Con tanto respeto como cariño.

Loli Fernández Barroso