jueves, 15 de octubre de 2009

Epílogo



De nada sirve ya llorar si no contestas
al urente grito de mi ansia.
Poesía, te repudio.
Tú sabes cómo te he buscado
hiriendo el subsuelo de mi alma.
Ahora callaré, pues que te muestras
anodina y errática.

Qué doloroso placer era buscarte.
Qué gozosa espina clavándose en el centro de la carne
hasta arrancar la sangre,
hasta verter la esencia misma de sentirte viva.

Algo se ha muerto entre nosotros.
Me voy, ya no hay camino.
Cerrado está el cuaderno
y quedarán sus páginas en blanco.

1 comentario:

Miguel Baquero dijo...

Me ha parecido una poesía brutal, de hermosa...
No he querido comentar en la entrada de arriba porque parece una reunión de amigos en la que vaya a importunar, pero me gustaría tener esos libros que anuncias. Dime cómo. Mi e-mail es mig.baquero@hotmail.com

Siempre he dicho que no me gustaba la poesía, pero muchos de tus versos de pronto me conmueven profundamente